lunes, 12 de febrero de 2007

Una Carta A Mi Amor...

Una mañana desperté y estabas a mi lado ... como siempre, pero yo ya no era la misma... Estaba triste, cansada, agotada de vivir, de luchar. Tenia ese nudo en la garganta, ese vacío en el estómago, esas ganas de dormir para siempre.
Apenas me levanté, te despertaste y con tu dulce mirada me sonreíste y dijiste "buenos días..." solo te miré perdida asomando una leve sonrisa de mis labios, pero no contesté... me pesaba la vida, el cuerpo,las ganas de hablar...
Tu semblante cambió al ver mi rostro cansado y triste, no dijiste nada....
Cómo clava el dolor cuando has perdido tu objetivo de vida y el destino se ha encargado de apalearte una y otra ves, sin piedad, ni respiro... ya no sabes que hacer en este camino pedregoso.
Pero me levanté como pude, debía seguir con mi vida, debía darme un respiro y volver a empezar...claro, ahora estoy con menos fuerzas, pero me repondré... siempre lo hago, solo que ahora el golpe fue mas duro y reaccionar a la vida cuesta mas, la lucha del diario vivir es mas agitador que de costumbre...
Sé que la vida te pone a pruebas, pero creo que se ha ensañado conmigo. No quiero quejarme por que así como me ha quitado también me ha dado...
Te puso en mi camino, permitió que me amaras, te ha puesto a prueba junto conmigo y ahí has estado resistiendo, resistiendo incluso mi flaqueza y pérdida de fe. La vida dejó que estuvieras ahí para mi, a mi lado, llorando conmigo, queriéndome sin condiciones, sufriendo en silencio por mi... si, sufriendo , por que yo se lo que pasa cuando no estoy contigo... sufres... como yo sufro y tal ves mas por que veo que te angustias por mi pena y haces lo imposible por tratar de apaciguar mi dolor y te sientes impotente por que ves que me undo mas y mas en la melancolía, ves que mi mirada ya no brilla como antes y solo deja traslucir la herida sufrida por la vida y que mi energía se apaga con los días y ya no sabes qué hacer.
Si, mi amor, estoy muy mal, tengo una tristeza que me asusta, que abraza mi corazón y cala tan profundo que mientras no me ves se manifiesta con lágrimas que trato de secar lo mas rápido que puedo, quiero ser fuerte, como antes, pero hoy estoy cansada...
Ya no discuto, ya no me río, pero quiero que sepas que aun tengo esperanzas, solo debes darme tiempo para retomar nuestro destino.
Estoy parada en medio del camino y no veo hacia atrás, estoy tratando de retomar fuerzas para seguir en este rumbo , pero quiero que sepas que lo lograre una ves mas ... por que estas a mi lado, por que se que me amas, por que tú y yo somo una pequeña familia... aún.
Tal ves mañana despierte otra ves y te encuentre a mi lado... como siempre, pero ambos iremos una ves mas tras la felicidad y esta ves la encontraremos, no nos rendiremos y recuerda por sobre todo... Te amo con toda mi alma y nada cambiara eso.

miércoles, 7 de febrero de 2007

HORIZONTE

Aquella tarde volvió mi pesadilla, se repitió todo... los malos recuerdo, la desesperación, la pena, el miedo, el dolor, la sangre, el mismo hospital, los mismos médicos... el mismo diagnostico.
Que ganas de salir corriendo y anularme de la realidad... eso sentí. Sentada en el box de urgencia mirando el techo en la espera de algún diagnostico y rezando...rezando que no fuero el mismo...pero lo fue. No podía culpar a nadie, ni siquiera preguntarme por que a mi... solo estaba ahí pensando en mi mala suerte. De pronto la gente desapareció de mi alrededor... sentí la soledad calar hondo en mi pecho...sentí el vacío y el frío de la muerte... no exprese nada. El dr hablaba y hablaba, decía lo mismo que un tiempo atrás, nada nuevo, todas sus palabra me hacían pensar en la repetición de una historia con un final malo y eso fue lo que me aterro, eso fue lo que me devolvió a la realidad, eso fue lo que termino de matar mi esperanza, mi sueño... ahora solo el miedo estaba presente, la soledad, lo insignificante que somo ante Dios... no somo absolutamente Nada...
Ahí, sentada, escuchando... pero ya no lo oía, ¿De qué servían sus consejos? si mi destino lo condenó para siempre... ¿Por qué escucharlo si sus palabras solo me producían dolor?
¿Por qué decía que no llorara? si mi vida se acababa... solo lo miraba, pero ya no lo veía por que mis ojos estaban cegados por la lágrimas que brotaban como manantiales por mis mejillas, pero me mantuve digna, solo mis lágrimas delataban mi tormenta interior, pero mi postura firme y silenciosa me mantenía frente a él...
Me preguntó si tenia dudas... me reí, encontré tan absurda la pregunta ¿Acaso no sabia que ya había pasado por esto? Tuve la sensación de que se burlaba de mi y que era una broma muy cruel de él hacia mi ... aunque sé que no era así. Y esa postura de doctor que me explica todo para que yo entienda, fue como un agresión a mi inteligencia y lo peor fue que no paraba de hablar y explicarme una y otra ves lo mismo, que si no me operaba me moría... sus palabras no tenían ningún sentido... operarme para salvar mi vida y matar mi esperanza de vida... que difícil decisión pensé sarcásticamente.... ¿Qué broma mas cruel, eh Dios?.
El tiempo se detuvo por un buen rato, trate... juro que trate de ser positiva y buscar en mi mente la fe que se escapaba de mis manos, intenté rezar para pedirle a Dios que no me abandone, ni me castigue de nuevo, ni cuestioné esto que me pasaba, solo pedía clemencia y una luz para guiarme y apaciguar mi alma destrozada... pero solo recibí silencio ... de ese que congela los huesos, de ese que da mas miedo que el mismo demonio...
Abandonada, sola, triste, desolada... derrotada.
En ningún momento renegué al divino, ni lamenté su decisión... solo se me ocurrió pensar en pedirle una oportunidad, pedirle perdón por ofenderlo y olvidarlo alguna vez y que no me abandone... necesitaba aferrarme a la fe... que ya no me quedaba y lamentaba esa sensación. Miré a mi amor para buscar en él la fuerza, pero por primera ves lo veo desesperado y angustiado... mi castillo cayó destrozado... mi historia se acababa, mi lucha fue perdida.
Con resignación me quedé en el hospital... y ya en mi cuarto me dormí después de mucho llorar... todo se terminó.
Los días transcurrieron en medio del dolor y lo inevitable surgió, un sueño.... un sueño mas doloroso que el mismo dolor... mi niño se iba... se despedía sin mirar atrás, sin mirarme... solo se fue.
Esa mañana comenzó la cuenta regresiva sin vuelta, sin retorno... supliqué a Dios misericordia, una oportunidad... un milagro...
Y ese milagro llegó...
Si bien mi niño, que nunca nació, se fue, había esperanza de que algún día estaría conmigo.
Llegó un Dr. de apellido Iglesias y cambió el pronostico, no permitió que me operaran y probó algo nuevo... un medicamento algo agresivo para mi cuerpo, pero me lleno de esperanza... volvió mi fe y recé con fuerza.
Iniciado el tratamiento tuve un sueño y lo plasmé en un papel, con mi niño mirando el horizonte y Rayen (mi nena) jugando el un hermoso jardín.
Al despertar ya todo estaba bien, la vida se llenó de vida, el aire cambió, volví a vivir... Dios está acá y se que me dio otra oportunidad.